El vídeo "Los 100 lenguajes de los niños" refleja lo que ocurre hoy en día en el mundo de la educación de párvulos, en donde se les pide a los niños que hagan las cosas de una sola manera y según lo que se creer correcto y apropiado para el adulto que lo dice. Sin embargo, los niños no son todos iguales, existiendo 100 tipos de manos, 100 lenguajes, 100 formas de pensar, 100 formas de jugar, de hablar, escuchar y amar, 100 maneras de entender, cantar, descubrir, inventar y 100 mundos para soñar.
Como profesionales de la educación debemos considerar esta diversidad y singularidad que presentan los niños que estamos educando, para no pedirles "que escuchen sin hablar", "que se alegren y asombren solo cuando nosotras queramos y se lo pidamos", para no separarles la cabeza del cuerpo, como lo expresan ellos.
Una educadora de párvulos debe tener en cuenta que el camino que seguirá cada niño para desarrollar habilidades, será diferente al de los demás, y es por eso que debe ser flexible con el currículo, ofreciendo experiencias de aprendizaje que vayan dirigidas a todos los niños, teniendo en la cúspide los objetivos que se plantean.
Como profesionales de la educación debemos considerar esta diversidad y singularidad que presentan los niños que estamos educando, para no pedirles "que escuchen sin hablar", "que se alegren y asombren solo cuando nosotras queramos y se lo pidamos", para no separarles la cabeza del cuerpo, como lo expresan ellos.
Una educadora de párvulos debe tener en cuenta que el camino que seguirá cada niño para desarrollar habilidades, será diferente al de los demás, y es por eso que debe ser flexible con el currículo, ofreciendo experiencias de aprendizaje que vayan dirigidas a todos los niños, teniendo en la cúspide los objetivos que se plantean.
Considero esta practica profesional realizada, como un proceso complejo, que me permitió comprender la variedad de factores que interactúan en el ámbito educativo, los cuales se explicitan en la rueda pedagógica que fue analizada a lo largo de todo el escrito. (ver imagen arriba). Las dimensiones que componen a esta rueda, abarcan la totalidad de conocimientos y habilidades que debería desarrollar una buena educadora de párvulos, los cuales interactuaron formando la visión de mi práctica profesional. Las dimensiones "conocimiento sobre desarrollo y aprendizaje", "acción pedagógica" y organización del contenido en función del aprendizaje", resumen mi conocimiento de los niños y su desarrollo en el contexto social en el que se encontraban. La dimensión "conocimiento pedagógico del contenido", me orientó en cuanto a las metas que me propuse y foco de acción, también en el propósito para determinar las habilidades contenidos y contenidos disciplinares que quería desarrollar. En cuanto a la dimensión "trabajo colaborativo", "creación de un ambiente propicio para el aprendizaje" y "evaluación de los logros de aprendizaje", se resumen en el conocimiento general que se tiene en cuanto a la enseñanza que se ofrece a los niños.
Debo reconocer que mi filosofía planteada al inicio de la práctica, cambió en una creencia luego de finalizarla, sobre el tema de las posturas teóricas, considerando actualmente, que una educadora de párvulos debe adoptar modelos de aprendizaje según el contexto, circunstancias y objetivos planteados, utilizando el constructivismo en algunos casos, conductismo en otros, etc. Sin embargo, debo aclarar que aprendí mucho y estoy satisfecha de mi filosofía planteada, porque me pude dar cuenta de que la teoría y conocimiento que manejo del desarrollo y aprendizaje del niño, fue comprobada y afirmada a lo largo de mi práctica.
Esta práctica produjo un cambio drástico en la idea que tenía del mundo, haciéndome dejar de lado mis prejuicios e ideales de contextos. Todo lo que adquirí a lo largo de mi carrera, lo tuve que contextualizar para poder aplicarlo, ya que las realidades son diferentes en todos los centros, hay familias diferentes, niños diferentes y situaciones diferentes que deben ser tomadas en cuenta al momento de plantearse objetivos.
Una habilidad que pude desarrollar en la práctica y que rescato como un aporte esencial para mi carrera profesional, fue el trabajo en equipo, el cual en un inicio se me hizo complejo, pero que luego de un tiempo fui puliendo y mejorando hasta llegar a un nivel satisfactorio, pero que aún considero necesario desarrollar y perfeccionar en un futuro profesional, teniendo presente que una educadora o solo forma a sus niños, sino que también tiene como objetivo formar a su equipo de trabajo, el cual debe actuar de manera que favorezca el desarrollo y aprendizaje de los Aprendí a valorar los estándares orientadores de la educación parvularia, los cuales me sirvieron para cuestionarme constantemente acerca del cumplimiento de ellos en el desarrollo de mi práctica. Tomando como referencia las pautas de evaluación y espíritu profesional aplicadas por la educadora colaboradora, supervisora y yo, puedo concluir que los resultados obtenidos son una muestra de que he logrado alcanzar estos estándares, obteniendo resultados satisfactorios observados en mi práctica profesional. Creo que esto se promueve, ya que los estándares están relacionados estrechamente con las dimensiones de la rueda pedagógica, los cuales fueron analizados en profundidad para la mejora de la práctica a través de procesos de autocrítica utilizando vídeos registrados, retroalimentación por parte del equipo.
Como objetivos profesionales, debo decir que considero esencial el que una educadora sea reflexiva de su práctica, estar constantemente actualizándose y ser capaz de observarse con ojos críticos, que la orienten a ofrecer aprendizajes cada vez de mejor calidad. Que proponga estrategias de mejora, como Lesson Study y compare su actuar con el de otros profesionales, para sacar ideas y recibir recomendaciones.
El portafolio fue una herramienta que me permitió definir mi foco de acción y analizarlo constantemente, ya que esta propuesta fue llevada a cabo y acogida por la educadora colaboradora
El foco de acción tuvo buena acogida por parte de la educadora colaboradora, y pudo ser llevado a cabo gracias al trabajo de análisis que se hizo con las dimensiones de la rueda, ya que me permitía diseñar o encontrar los espacios donde abordarlo para que fuese propicio y determinante de los aprendizajes de los niños.
Creo que la práctica profesional debería ser más extensa, ya que es en esta donde realmente se comprende el actuar profesional que debe tener una educadora de párvulos. Son un sin fin de factores que interactúan repercutiendo en el desarrollo de los niños, pero se hace poco el tiempo para conocerlos, entenderlos, analizarlos e integrarlos de la manera más propicia posible para que estén a favor de la educación de los niños. Siento que la última semana, en donde uno se hace cargo de la jornada completa, resalta la relación que se tiene con los padre, lo que ayuda a comprender muchas actitudes de los niños, también desarrolló en mí, habilidades de empatía y toma de decisiones que fueran a favor del desarrollo de los niños.
Por último aclarar que esta práctica profesional reafirmó mi gusto por la educación parvularia, dejándome con ansias de enfrentarme a la vida como profesional, y conocer otros contextos donde tenga que aplicar lo aprendido y plantearme nuevos desafíos que me ayuden a mejorar las prácticas educativas. Aprendí mucho de mi equipo y profesionales que me rodeaban, adquirí nuevas herramientas y me mueve la meta de luchar por una educación de calidad para todos los niños, en donde se les enseñe a ser autónomos y a desarrollar habilidades que los ayuden a enfrentarse de la mejor manera al mundo que los rodea.
Debo reconocer que mi filosofía planteada al inicio de la práctica, cambió en una creencia luego de finalizarla, sobre el tema de las posturas teóricas, considerando actualmente, que una educadora de párvulos debe adoptar modelos de aprendizaje según el contexto, circunstancias y objetivos planteados, utilizando el constructivismo en algunos casos, conductismo en otros, etc. Sin embargo, debo aclarar que aprendí mucho y estoy satisfecha de mi filosofía planteada, porque me pude dar cuenta de que la teoría y conocimiento que manejo del desarrollo y aprendizaje del niño, fue comprobada y afirmada a lo largo de mi práctica.
Esta práctica produjo un cambio drástico en la idea que tenía del mundo, haciéndome dejar de lado mis prejuicios e ideales de contextos. Todo lo que adquirí a lo largo de mi carrera, lo tuve que contextualizar para poder aplicarlo, ya que las realidades son diferentes en todos los centros, hay familias diferentes, niños diferentes y situaciones diferentes que deben ser tomadas en cuenta al momento de plantearse objetivos.
Una habilidad que pude desarrollar en la práctica y que rescato como un aporte esencial para mi carrera profesional, fue el trabajo en equipo, el cual en un inicio se me hizo complejo, pero que luego de un tiempo fui puliendo y mejorando hasta llegar a un nivel satisfactorio, pero que aún considero necesario desarrollar y perfeccionar en un futuro profesional, teniendo presente que una educadora o solo forma a sus niños, sino que también tiene como objetivo formar a su equipo de trabajo, el cual debe actuar de manera que favorezca el desarrollo y aprendizaje de los Aprendí a valorar los estándares orientadores de la educación parvularia, los cuales me sirvieron para cuestionarme constantemente acerca del cumplimiento de ellos en el desarrollo de mi práctica. Tomando como referencia las pautas de evaluación y espíritu profesional aplicadas por la educadora colaboradora, supervisora y yo, puedo concluir que los resultados obtenidos son una muestra de que he logrado alcanzar estos estándares, obteniendo resultados satisfactorios observados en mi práctica profesional. Creo que esto se promueve, ya que los estándares están relacionados estrechamente con las dimensiones de la rueda pedagógica, los cuales fueron analizados en profundidad para la mejora de la práctica a través de procesos de autocrítica utilizando vídeos registrados, retroalimentación por parte del equipo.
Como objetivos profesionales, debo decir que considero esencial el que una educadora sea reflexiva de su práctica, estar constantemente actualizándose y ser capaz de observarse con ojos críticos, que la orienten a ofrecer aprendizajes cada vez de mejor calidad. Que proponga estrategias de mejora, como Lesson Study y compare su actuar con el de otros profesionales, para sacar ideas y recibir recomendaciones.
El portafolio fue una herramienta que me permitió definir mi foco de acción y analizarlo constantemente, ya que esta propuesta fue llevada a cabo y acogida por la educadora colaboradora
El foco de acción tuvo buena acogida por parte de la educadora colaboradora, y pudo ser llevado a cabo gracias al trabajo de análisis que se hizo con las dimensiones de la rueda, ya que me permitía diseñar o encontrar los espacios donde abordarlo para que fuese propicio y determinante de los aprendizajes de los niños.
Creo que la práctica profesional debería ser más extensa, ya que es en esta donde realmente se comprende el actuar profesional que debe tener una educadora de párvulos. Son un sin fin de factores que interactúan repercutiendo en el desarrollo de los niños, pero se hace poco el tiempo para conocerlos, entenderlos, analizarlos e integrarlos de la manera más propicia posible para que estén a favor de la educación de los niños. Siento que la última semana, en donde uno se hace cargo de la jornada completa, resalta la relación que se tiene con los padre, lo que ayuda a comprender muchas actitudes de los niños, también desarrolló en mí, habilidades de empatía y toma de decisiones que fueran a favor del desarrollo de los niños.
Por último aclarar que esta práctica profesional reafirmó mi gusto por la educación parvularia, dejándome con ansias de enfrentarme a la vida como profesional, y conocer otros contextos donde tenga que aplicar lo aprendido y plantearme nuevos desafíos que me ayuden a mejorar las prácticas educativas. Aprendí mucho de mi equipo y profesionales que me rodeaban, adquirí nuevas herramientas y me mueve la meta de luchar por una educación de calidad para todos los niños, en donde se les enseñe a ser autónomos y a desarrollar habilidades que los ayuden a enfrentarse de la mejor manera al mundo que los rodea.